Una noche nublada, con pocas estrellas, donde la luz de la luna es la única que ilumina las calles y el alma, en ese rincon estaba Samantha, quien caminaba a solas y pedia al universo que le diera una respuesta, una respuesta que le podia cambiar el rumbo de su vida.

Tenía solo 2 días para poder decidir si SI o si NO, aunque todas las opciones daban a que la desicion final fuera que NO, ella sabia que cualquiera de las dos seria crucial y relevante, pero que era necesario escoger la correcta; suda frío y por sus ojos escurren unas cuantas lágrimas, en su mente rondan frases como "esto es una pesadilla" o "a que horas paso todo", en medio de la desicion está la sociedad, que es la que juzga todo lo que hagamos, así no los perjudique ni un poquito.

Las estrellas habian hablado y la luna habia dado el veredicto final, pero todavia faltaban las nubes y el sol, que porsupuesto su respuesta era contraria a la de la noche, pero...ash...Samantha no sabia que hacer, muy en el fondo sabía que iba a ser muy feliz si el o ella llegaba a su vida en 9 meses.

El sol estaba molesto y ese día no quizo salir a relucir sus hermosas y radiantes luces, se escondio detrás de las nubes, pero sin embargo el sabia que tenia que brillar, acompaño a Sammy todo el recorrido, desde Teusaquillo hasta San Victorino, de allí al punto final que era Atlantis, donde se definiría todo.

Comentan las malas lenguas que por la noche se escucha su llanto y arrepentimiento, desde aquel viernes solitario no es la misma fisica ni psicologicamente, un fastidio hacia la sociedad la ha invadido y en algunas cuantas ocasiones es muy notoro, se esconde entre drogas y fiestas, pero todo el mundo sabe que si lo hubiera tenido seria MUY FELIZ.